"Mi primera experiencia en el desayuno solidario"
30 de noviembre de 2017

La primera vez que algún miembro de nuestro Colegio Salesianas Majadahonda va al Desayuno Solidario queda impactado para siempre. La vida da un vuelco y se empiezan a valorar otras cosas que parecen "normales". En este caso os hacemos llegar la experiencia de una alumna de 4º ESO.
El desayuno solidario es sin duda una experiencia que la primera vez que la vives es dura, no por tener que madrugar, porque eso al saber que lo vas a hacer por gente que lo necesita sin duda es lo más gratificante, sino porque te encuentras con una realidad que, por desgracia, es real en los tiempos en los que vivimos.
Siempre que yo veo a alguien en la calle me compadezco de ellos, pero sin duda, hoy el sentimiento es distinto, realmente empatizas con la gente en esa situación y te das cuenta que no todo es la burbuja en la que vivimos nosotros en nuestro colegio o ciudad, donde todo parece del color de rosas.
Pero hoy guardaré en el recuerdo y en la conciencia diferentes momentos que hemos vivido durante la mañana que me han hecho reflexionar.
Gracias a una señora, llamada Sonia, me dado cuenta que ninguno está exento de la vida que viven estas personas, sobre todo la soledad en la que se encuentran algunos, porque a mí me da la sensación de que si están sumergidos en la pobreza pero cuando nos acercábamos a ellos y charlábamos, podía ver un cambio en su cara, de repente les brillan los ojos, te dan las gracias, lloran contigo, ya que a ninguno le gusta esa situación e intentan mirar la parte buena de la moneda, porque como le decíamos a una de las señoras que hemos visto: "Si haces cosas buenas lo bueno vuelve y además tienes razones por las que luchar para seguir, porque sentarte y lamentarte un momento está bien pero no te puedes estancar en esa situación".
Otra de las grandes lecciones que me llevo de dos señores es que siempre habrá alguien que esté peor que tú. Había un señor que nos ha contado que él ayudaba desde una parroquia que había cerca, que repartía sacos a la gente que estaba en una situación peor que la suya.
Me ha impactado algo de lo que hemos hablado muchas veces en el cole, pero una vez que lo ves en la realidad te descoloca, habló de la manera en la que la gente que tiene poco lo agradece, e incluso te dicen frases como esta cuando les ofreces algo para llevarse a la boca, "Gracias, pero dejadlo para otras personas porque aunque lo que yo tengo es poco algo tengo, hay gente que no tiene nada" .
Sin duda, esto te hace pensar que la gente con pocas cosas valoran mucho más un desayuno, que para nosotros es algo muy simple, desde luego te hace pensar en lo que tienes tú y en si, de verdad agradeces todo aquello que tienes, además de al estar en la situación en la que están, además de pensar en ellos, piensan en los demás.
En definitiva, es sin duda una experiencia que recomiendo a todo el mundo puesto que te abre muchísimo los ojos a la realidad que vive mucha gente en el mundo, si sé que podréis pensar que no puedes hacer mucho por dar un poco de caldo o un bocadillo a alguien que está en la calle, pero es más que un simple bocadillo es el hecho de hacerles compañía e intentar empatizar, además de darte cuenta de que con dar un poco de tu tiempo, porque realmente es lo que realmente das, tu tiempo, y te das a los demás, aunque sea por un par de horas, con eso ya aportas tu grano de arena para cambiar un poco el mundo.
Ese es el principal motivo por el que escribo esto, para que os llegue a alguno de vosotros que lo estáis leyendo y os unáis a cambiar el mundo poco a poco, grano a grano y decidáis dar vuestro tiempo a los demás, pero sobre todo reflexionar qué podéis hacer vosotros desde vuestra casa para cambiar el mundo poco a poco y que sea mejor.
Patricia Amores Carrasco
Alumna de 4º ESO A


