"Don Bosco y la Vocación" Buenos días del 24 al 28 de noviembre 2014
23 de noviembre de 2014

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Don Bosco y la Vocación
Don Bosco fue capaz de adaptarse a cada uno de los chicos con los que se encontraba. No hizo lo mismo con Miguel Rua, que con Domingo Savio o con Miguel Magone. Para cada uno tuvo una frase, un gesto personalizado que marcaría su camino.
También hoy estamos invitados a cuidar los procesos, a hacernos presentes en la vida de cada joven para acompañar lo que cada uno va viviendo, sabiendo que cada uno ha hecho un recorrido en su vida y tiene unas inquietudes y unas necesidades.
Don Bosco utilizó, con gran habilidad, los momentos del día a día para orientar e iluminar el camino de los jóvenes. Las buenas noches o las palabras al oído fueron algunos medios utilizados por él. Siguiendo su estilo podemos aprovechar cualquier momento para dirigir una palabra a un muchacho o muchacha concretos.
Estamos invitados a aprovechar todos los momentos en los que tenemos que hablar a los jóvenes para ser especialmente cuidadosos en los mensajes que damos. En estas ocasiones debemos ser propositivos para invitar a comprometerse en experiencias de oración y que exijan entregarse a los demás.
Don Bosco fue capaz de proponer a los jóvenes que veía con mejores aptitudes a que se implicasen y comprometiesen en tareas de animación a favor de los más pequeños, que se comprometiesen en tareas de ?voluntariado?, como decimos hoy. Fieles a su estilo, podemos también proponer a los jóvenes experiencias de servicio, de gratuidad? Desde aquí surgirán personas que quieran entregarse con más radicalidad a los
otros.
Don Bosco estudió para sus muchachos, trabajó por ellos, pateó las calles de Turín pidiendo para ellos, en definitiva, optó por ellos dejando atrás otras opciones más interesantes que se le presentaron en su vida. Fue un testigo ?del amor de Dios hacia los jóvenes?.
También nosotros podemos sentirnos invitados a vivir una vida profundamente enraizada en Dios para, desde ahí, ofrecer a los jóvenes tiempo y energías, propuestas y actividades formativas, momentos de celebración y oración, momentos de fiesta y encuentro.
Don Bosco supo crear en el Oratorio de Valdocco un ambiente propicio para el cuidado de las vocaciones, un ambiente en el que florecieron grandes santos. Nosotros, conforme a su estilo, estamos invitados a crear en
nuestras obras ambientes en los que la ?cultura vocacional? tenga cabida, en los que no suene extraño el poder adoptar por un estado de vida u otro.
Dicho de otro modo, buscamos generar procesos y espacios donde sea posible educar en valores; en el conocimiento y posesión de la propia interioridad; en el sentido altruista de la vida; en la disponibilidad y constancia; en la fidelidad que acepta la renuncia y el sacrificio; un ambiente que sea capaz de formar a los jóvenes en una voluntad resuelta, educando al silencio, a la reflexión, en el camino de la oración personal, que pueda conducir al joven a un discernimiento vocacional en medio de sus condicionamientos y fragilidades.
Todo esto implica y exige mucho más que preparar un lindo retiro? Todo lo que hagamos con el objetivo de crear un clima favorable al desarrollo vocacional siempre será poco.


